viernes, 26 de diciembre de 2008

Nosferatu, una sinfonía del horror (26-12-08)



Título original: Nosferatu, eine symphonie des grauens.
Año de estreno: 1922 (muda).
Productor: Enrico Dieckmann, Albin Grau.
Director: Frederick Wilhelm Murnau.
Fotografía: Fritz Arno Wagner.
Música: Hans Herdmann para la partitura original.
Panfleto original: Bram Stoker (no reconocido).
Guión adaptado: Henrik Galeen.
Intérpretes principales: Max Schreck (conde Orlok), Gustav von Wangenheim (Hutter), Greta Schroeder (Ellen), Alexander Granach (Knock).

Hutter, un empleado de inmobiliaria alemán, es requerido por su jefe para visitar a un noble transilvano, un tal conde Orlok, interesado en adquirir unas propiedades en la ciudad. Lo que en principio se preveía como un viaje de negocios más pronto se convierte en una pesadilla: tras dejar a su esposa en casa de unos amigos y partir, Hutter ha de enfrentarse primero a unos aldeanos extremadamente supersticiosos y luego a las cada vez más extrañas situaciones que vive durante su estancia en el vasto y abandonado castillo del conde. Pronto se hace patente que su anfitrión no es de este mundo, y Hutter contempla horrorizado la partida del conde hacia su ciudad mientras él ha sido encerrado en el castillo. A duras penas logra escapar y ponerse en marcha para advertir a sus vecinos, pero el conde, más rápido gracias al barco en que navega (y que, de paso, convierte en un cementerio flotante) llega antes a destino, y con él la terrible plaga de alimañas y enfermedades que siempre lo acompaña...

Erigida por sí misma como uno de los pilares a partir de los cuales se construiría el cine, Nosferatu ensancha las posibilidades de la expresión del plano gracias a su tremenda riqueza e intencionalidad visual. A punto de ser destruída poco después de haber sido montada debido a un juicio sobre derechos de autor que ganó la viuda de Bram Stoker, afortunadamente algunas copias lograron pervivir para traer hasta nuestros días una cinta ya mítica que registra un notable remake a manos del grandísimo Werner Herzog e incluso una película sobre las leyendas negras que rodearon a su filmación, La sombra del vampiro, dirigida por Elías Merhige.

Un más que remarcable inicio de la leyenda de su director, el primer hombre en ganar el Oscar.

Aquí los enlaces ordenados a los vídeos de Youtube en que se encuentra el programa sobre esta película:

http://www.youtube.com/watch?v=qB7POkUiE08
http://www.youtube.com/watch?v=sGT9powDEFc
http://www.youtube.com/watch?v=CbIR4rarow4
http://www.youtube.com/watch?v=VPjUTcmcHlI
http://www.youtube.com/watch?v=JzjcIfGtVl8

viernes, 12 de diciembre de 2008

Belle Epoque (12-12-08)



Título original: Belle epoque.
Año de estreno: 1992.
Compañía productora: Lola Films, Animatografo, French Productions.
Productor: Andrés Vicente Gómez.
Director: Fernando Trueba.
Fotografía: Jose Luís Alcaine.
Música: Antoine Duhamel.
Guión original: Rafael Azcona, Fernando Trueba.
Intérpretes principales: Jorge Sanz (Fernando), Fernando Fernán Gómez (Manolo), Miriam Díaz Aroca (Clara), Ariadna Gil (Violeta), Maribel Verdú (Rocío), Penélope Cruz (Luz), Gabino Diego (Juanito), Chus Lampreave (dona Asun), Agustín Gonzalez (don Luís), Mary Carmen Ramírez (Amalia).

Fernando, un ex-seminarista reconvertido a soldado y luego a desertor, escapa de su cuartel con una triste maleta tras la fallida sublevación del cuartel de Jaca de 1930. En su vagar, acaba por dar con un pintoresco pueblo donde parece vivirse la convulsión política de entonces (la pugna entre la monarquía y una cada vez más boyante república) de forma harto distendida. Allí se hospedará en casa de Manolo, un extraño pintor de gustos bohemios, al que van a visitar sus cuatro jóvenes y guapas hijas. Pronto Fernando se verá inmerso en cuatro tórridos romances, confrontando su enorme sentido del deber con sus propios deseos y la picardía de las hijas de Manolo.

Partiendo de uno de tantos memorables guiones del grandísimo Rafael Azcona, que tanto y tan bien supo tratar la realidad de la España de su tiempo, Belle Epoque se erige como tributo y reflexión en clave de comedia romántica a una época que, pese a su dureza, también pudo ser tan dulce como se muestra en el film. La perfección técnica lograda en su ejecución y, sobre todo, un guión sólido y una dirección de actores magnífica, logró no solo multitud de Goyas, sino que la película fuese muy apreciada fuera de nuestras fronteras, alcanzando incluso el Oscar a la mejor película extranjera, siendo la segunda de cuatro (o tercera de cinco, si contamos el Oscar a Luís Buñuel) producciones patrias en lograrlo.

viernes, 5 de diciembre de 2008

El verano de Kikujiro (5-12-08)



Título original: Kikujiro no natsu.
Año de estreno: 1999.
Compañía productora: Kitano Office.
Productor: Masayuki Mori y Takio Yoshida.
Director: Takeshi Kitano.
Fotografía: Katsumi Yanagishima.
Música: Joe Hisaishi.
Guión original: Takeshi Kitano.
Intérpretes principales: Yusuke Sekiguchi (Masao), "Beat" Takeshi (Kikujiro).

El comienzo del verano está siendo una época dura para Masao, un niño de 9 años huérfano de padre que vive con su abuela en Tokio. Extraña a sus amigos, que se van todos de vacaciones, y sobre todo a su madre, a la que hace años que no ve. Hastiado, decide escaparse de casa e ir a visitarla, pero es detenido por un matrimonio amigo de su abuela. La mujer, apiadándose del crío, decide que su marido Kikujiro lo acompañe en el viaje para que la abuela esté conforme. Juntos, Masao y Kikujiro comenzarán un pintoresco viaje lleno de alegrías y penurias que los irá acercando el uno al otro y también les hará conocerse mejor a ellos mismos, en lo que probablemente acabe siendo para ambos el mejor verano de sus vidas.

Sin duda, una de las películas más sensibles jamás realizadas. Histriónicamente cómica, pero también con momentos de un hondo dramatismo, y mezclando indeleble realidad con sueño, El verano de Kikujiro es una de esas deliciosas rarezas con que a veces nos regala el cine independiente. Plagada de guiños al cine mudo y también a las primeras comedias de verbalismo rápido, esta cinta extrañamente emocional y catártica sumerge al espectador en una historia sencilla que sin embargo tiene lecturas muy profundas, y plagada de personajes atemporales con los que cualquier espectador puede sentirse identificado.

Sin duda, el auténtico Kikujiro, ni más ni menos que el difunto padre de Takeshi Kitano, habría estado orgulloso de su hijo por esta película.
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