martes, 25 de octubre de 2011

Y el próximo programa... Especial Zombi Party Valencia 2011: No profanar el sueño de los muertos


Título original: Let sleeping corpses lie.

Año de estreno: 1974.
Compañía productora: Flaminia produzioni.
Productor: Edmond Amati.
Director: Jorge Grau.
Fotografía: Francisco Sempere.
Música: Giuliano Sorgini.
Guión original: Sandro Continenza, Marcello Coscia.
Intérpretes principales: Ray Lovelock (George), Cristina Galbó (Edna), Arthur Kennedy (inspector de policía).

Debido a un azaroso accidente, dos jóvenes en ruta por carretera hacia destinos distintos acaban juntos en el coche de ella. Lo que empieza como una situación incómoda para ambos, por tener que adaptarse a los planes y necesidades del otro, pronto se convierte en una situación límite al descubrirse los extraños efectos de una nueva máquina agrícola para exterminar plagas mediante ultrasonidos: ejerce también influencia sobre el sistema nervioso de los cuerpos humanos muertos, reviviéndolos y convirtiéndolos en homicidas caníbales. Perseguidos implacablemente por la policía, que los etiqueta como principales sopechosos de las extrañas muertes que se suceden al estar siempre en medio de la escena del crimen, ambos deberán unir fuerzas no sólo para demostrar su inociencia, sino también para intentar detener el caos y el horror que se avecina. O, como mínimo, intentar sobrevivir a él.

Surgida inicialmente como un proyecto marginal para imitar a la película La noche de los muertos vivientes, de George A. Romero, pero en color y con algo más de presupuesto, pronto queda claro que No profanar el sueño de los muertos acabaría por ser mucho más. Situada dentro de la enorme avalancha de títulos de género que se dio en la España de los 70, la propuesta de Jorge Grau, a pesar de pertenecer como sus contemporáneas a la serie B, no se dedica a machacar de manera repetitiva a los viejos monsters de las películas de la Universal o la Hammer (Narciso Ibáñez Menta haciendo de Drácula para León Limowsky, Paul Naschy y su perenne hombre lobo o caracterizado de momia, el "mad doctor" Orloff de Jesús Franco, la amenaza extraterrestre de Pánico en el Transiberiano, etc) sino que se aventura con una temática recientemente remozada por la ya citada producción de Romero, y por tanto con un léxico y unas potencialidades que, por aquél entonces, aún estaban por explotar. Quizá el espectador moderno, hastiado ya de zombis de toda forma y tamaño debido a la sobreexplotación de los mismos, tienda a ningunear esta humilde producción hispano-italiana como una más de un mundo harto explorado, pero a este título hay que reconocerle que, en un momento donde los aficionados al terror aún no sabían que debían temblar ante la presencia de los muertos vivientes, supo hallar lo que mucho más tarde serían clichés del género precisamente por su efectividad estética y narrativa. Una película, en definitiva, a reivindicar y de la que estar orgullosos por parte de todos los aficionados españoles a esto de pasar miedo.

Y qué mejor propuesta que ésta, tan de la tierra y tan acertadamente enmarcada en el universo del zombi moderno, para tener de nuevo en el programa al staff del evento Zombi Party Valencia, que vuelven para hablarnos de los actos a realizar el próximo sábado 29 en pleno centro de la ciudad. Tras el éxito hace un año de la emisión del programa sobre La noche de los muertos vivientes en su compañía, hemos querido repetir la experiencia y así, también, darle un buen tiento al terror nacional mientras os recomendamos encarecidamente que os acerquéis a estas jornadas zombi tan divertidas que, al parecer, se van a convertir felizmente en un evento anual a tener en cuenta.

viernes, 21 de octubre de 2011

Problemas de ultimísima hora

Sentimos anunciar que, por desacuerdos y problemas en el último momento, no podremos emitir el programa de esta noche sobre El maquinista de La General. En su lugar, podréis escuchar la resposición del programa de la semana pasada sobre Las alas de Honneamise, del que esperamos que podáis disfrutar.

Nos veremos, en directo y sin falta, la semana que viene a la hora usual. Hasta entonces, muy buenas noches, cinéfilos nocturnos.

lunes, 10 de octubre de 2011

Y el próximo programa... Las alas de Honneamise



Título original: Honneamise no tsubasa / Royal space force.

Año de estreno: 1987.
Compañías productoras: Gainax, Bandai visual.
Productores: Hirohiko Sueyoshi, Hiroaki Inoue.
Director: Hiroyuki Yamaga.
Fotografía: Hiroshi Isakawa.
Música: Ryuichi Sakamoto, Yuji Nomi, Koji Ueno, Haruo Kubota.
Guión original: Hiroyuki Yamaga.
Dobladores: Leo Morimoto (Ladatt), Mitsuki Yayoi (Rikuni).

Aún estando en guerra, el reino de Honneamise tiene cabida en su fuerza militar para proyectos no violentos, por más que no se los tome en serio. Es así como, dentro de su fuerza aérea, existe la Fuerza Real Espacial, el único proyecto del mundo que busca enviar un hombre al espacio. Sin embargo, la falta de interés incluso entre sus propios medios hace que no sea más que una quimera, y un nido de fracasados que piensan más en cobrar un sueldo mientras buscan otro trabajo, esta vez de verdad. En el seno de dicha fuerza se encuentra Ladatt, un joven descarriado y sin ideales que, como todos, se dedica a pasar el rato despreocupadamente. Un día se encontrará casualmente con Rikuni, una guapa chica que predica por las calles enseñanzas religiosas. Con ánimos en principio de ligar, Ladatt pronto se ve seducido por el carisma y la fuerte moral de la muchacha, que le conducirán a tomarse en serio su trabajo y a poner verdaderamente en marcha el programa espacial de su país. Esto, por supuesto, atraerá la atención de las naciones enemigas de Honneamise.

Una rara avis en todos los sentidos de la expresión, Las alas de Honneamise fue la primera propuesta animada del por aquél entonces recientemente fundado estudio Gainax. En vez de hacer un anime al uso, atractivo para un gran espectro de público y así darse a conocer, los integrantes del estudio, que hasta 3 años antes habían sido meros aficionados y ahora se enfrentaban a su primer proyecto serio, decidieron hacer una película compleja, madura, cuya lentitud y argumento lleno de detalles no le iba a granjear precisamente popularidad instantánea. Y así, su producción fue dada de lado por el gran público, y aún hoy no está considerada ni siquiera una obra de culto debido al prácticamente total desconocimiento del espectador moderno de su existencia. Sin embargo, y sin entrar en detalles de sus muchas virtudes técnicas y argumentales (de las que hablaremos largo y tendido en el programa), fue y sigue siendo el gérmen maravilloso del que florecería uno de los estudios más populares entre los seguidores del anime japonés, y responsable directo de varias de las producciones de más altura dentro de este género.

jueves, 6 de octubre de 2011

Y el próximo programa... Entre copas



Título original: Sideways.

Año de estreno: 2004.
Compañía productora: Fox searchlight.
Productores: Michael London, George Parra.
Director: Alexander Payne.
Fotografía: Phedon Papamichael.
Música: Rolfe Kent.
Guión adaptado: Alexander Payne, Jim Taylor.
Panfleto original: Rex Pickett.
Intérpretes principales: Paul Giamatti (Miles), Thomas Haden Church (Jack), Virginia Madsen (Maya), Sandra Oh (Stephanie).

Miles, un escritor fracasado que aún está intentando superar un divorcio traumático, decide utilizar su posición como padrino de la boda de su amigo Jack, actor igualmente fracasado, para ir ambos de último viaje de soltero a hacer la ruta vinícola de California. Lo que iba a ser un tranquilo periplo entre caldos exquisitos y buena comida se convierte pronto en un rifirrafe constante entre el vitalismo desatado y algo canalla de Jack y el racionalismo depresivo de Miles, aumentado por la presencia de las camareras Maya y Stephanie que pondrán la tensión sexual en su punto álgido. Como buena despedida de soltero, nada acabará de forma sencilla y en el camino se perderán y ganarán múltiples cosas.

Engañosamente sencilla, Entre copas fue la reconciliación definitiva entre el cine independiente estadounidense y su público tras una década de los 90 llena de desencuentros. Centrándose en un guión sólido como la roca que utiliza el ambiente de la cata de vinos como más que una excusa situacional, la película se centra en el retrato psicológico de sus personajes hasta límites casi obsesivos, haciendo de los demás elementos técnicos y artísiticos un mero accesorio a la profundidad casi freudiana de la que hace gala. Sin embargo, nada está fuera de lugar: las actuaciones, destacando al brillante Paul Giamatti, otorgan la verosimilitud necesaria a sus personajes; la fotografía y la dirección, sencillas pero cuidadas, sirven de forma sencilla el tan complejo plato; y la genial banda sonora pone la guinda final. Una muestra magistral de que la sencillez y el bajo presupuesto no están para nada reñidos con el triunfo artístico, y una película deliciosa para disfritar sin inhibiciones, como los buenos borrachos, convertirse en jocosos filósofos.

Podéis descargar y escuchar en programa aquí.
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