Título original: The elephant man.
Año de estreno: 1980.
Compañía productora: Brooksfilm.
Productor: Jonathan Sanger.
Director: David Lynch.
Fotografía: Freddie Francis.
Música: John Morris.
Panfleto original: Ashley Montagu.
Guión adaptado: Eric Bergren, Christopher De Vore, David Lynch.
Intérpretes principales: Anthony Hopkins (Frederick Treves), John Hurt (John Merrick), John Gielgud (Carr Gomm), Anne Bancroft (señorita Kendal).
El doctor Treves, un eminente médico londinense del Royal London Hospital, siente una gran curiosidad acerca de la más famosa de las atracciones de la ciudad en el victoriano 1884: un ser deformado horriblemente, conocido como el Hombre Elefante. Contacta con él para tratar su dolencia, en principio como una forma más de acrecentar su prestigio frente a las universidades y los otros profesionales de la medicina, pero poco a poco se va implicando cada vez más con su paciente, descubriendo tras su horrendo aspecto a un hombre culto y sensible llamado John Merrick. En su lucha por otorgarle la dignidad que su aspecto y el rechazo de la gente le arrebataron, Treves completa la formación de Merrick y hace de él un perfecto caballero. Sin embargo, su anterior vida circense aún habrá de cobrarse su precio...
Basada en un hecho real que asombró a la sociedad del Londres victoriano poco antes de los tristes asesinatos del misterioso Jack el Destripador, El hombre elefante es, ante todo, un estudio acerca de la dignidad intrínseca del hombre, de cómo puede ser conquistada o repudiada sin tener que ver con la forma del indivíduo. Bellamente filmada en un blanco y negro que resalta las brumas y los humos de su escenografía, la historia, misteriosa, envolvente y enternecedora de John Merrick se ve plasmada en la pantalla de una manera insuperable, sirviendo de preciosista ejercicio fílmico (quizá de los más cercanos a la sintaxis tradicional de su director) y de reflexión para todos sus espectadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario