Título original: Storytelling.
Año de estreno: 2001.
Compañía productora: Fine Line Features.
Productor: Ted Hope, Christine Vachon.
Director: Todd Solondz.
Fotografía: Frederick Elmes.
Música: Nathan Larson, Belle & Sebastian.
Guión original: Todd Solondz.
Intérpretes principales: Selma Blair (Vi), Robert Wisdom (sr. Scott), Leo Fitzpatrick (Marcus), Mark Webber (Scooby), Paul Giamatti (Toby), John Goodman (sr. Livingstone).Dos historias paralelas se narran con el telón de fondo de la vida en el instituto: en la primera, la pareja formada por Vi y su novio Marcus, quien padece parálisis cerebral, ve sus lazos erosionados por las críticas a sus respectivos trabajos en la clase de escritura creativa, impartida por el sr. Scott, eminente ganador de un pulitzer, quien acabará acostándose con la propia Vi y, en cierta manera, la hará madurar como escritora cuando ella ponga por escrito todo lo sucedido; en la segunda historia, Toby, artista frustrado que sobrevive a base de trabajos basura, decide liarse la manta a la cabeza y rodar un documental acerca de su obsesión privada, la vida en el instituto, lo que le lleva a conocer a Scooby, un chico alienado, sin esperanzas ni sueños, cuya psique peculiar y dramatismo familiar llevarán a Toby a rodar, le pese a quien le pese, un gran éxito.
Fría en su concepción y en la crudeza de los temas que trata, Cosas que no se olvidan se estructura como una cinta anticatártica, desalentadora y terriblemente depresiva que sin embargo se permite en su estructura ciertas brillanteces de humor negro que no hacen más que acentuar su peculiar belleza triste. Rodada a la manera habitual en las películas independientes con visos de underground, la cinta no pasa del plano/contraplano como medio expresivo, aunque sí se permite ciertos encuadres líricos y juega sobre todo con el color y las texturas en pantalla. Su gran acierto es, sin embargo, la psicología ambigua y gris de los personajes que pueblan ambas mitades de la película, así como ciertos sutiles giros y trucos de guión que conforman sendas historias engañosas, polares y luminosamente tenebrosas. Un festín para los nihilistas.
Para este programa contaremos con la presencia de Carlos Madrid, el director del festival de mediometrajes La Cabina que ya clausuró su segunda edición el fin de semana pasado, a quien ya tuvimos la fortuna de entrevistar y que ha sido elector de esta misma película a la hora de preparar el programa.
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