viernes, 6 de agosto de 2010

El ángel exterminador (6/08/10)


Título original: El ángel exterminador.
Año de estreno: 1962.
Productor: Gustavo Alatriste.
Director: Luis Buñuel.
Fotografía: Gabriel Figueroa.
Música: Raúl Lavista, sobre temas de Ludwig van Beethoven, Frédéric Chopin, Domenico Scarlatti y otros.
Panfleto original: Luis Buñuel, Luis Alcoriza.
Intérpretes principales: Silvia Pinal (Leticia, la valquiria), Enrique Rambal (Edmundo Nobile), Claudio Brook (Julio), José Baviera (Leandro Gómez).

Un grupo de burgueses adinerados se dispone a pasar una velada en la opulenta mansión de uno de ellos, sin percatarse de que poco a poco el servicio los irá abandonando cuando la noche es aún joven. La fiesta durante la cual se discute de banalidades y se airean algunos trapos sucios, no acaba, sin embargo, a la hora prevista: al contrario, se eterniza al no tener los invitados ninguna gana de abandonar la sala de estar. Cuando esta situación llega al punto del absurdo la mañana siguiente, los celebrantes descubrirán horrorizados que, no hay puerta o muro alguno que les impida abandonar la sala, no pueden salir del espacio limitado por sus paredes. En el exterior, mientras tanto, una turba de gente preocupada por los habitantes de la casa realiza un descubrimiento similar al ver que son incapaces de entrar en la propiedad pese estar la casa abierta. Esta reclusión pesadillesca se alargará por días y días hasta límites sobrehumanos.

Hermética en su misterio, El ángel exterminador es mucho más que una feroz crítica a la pequeñoburguesía acomodada formada por nuevos ricos y escaladores sociales, es también un efectivísimo relato de horror en que el absurdo, lo inexplicable, es maestro de ceremonias. Rodada durante el exilio de Buñuel en México, la total libertad artística e ideológica de la que dispuso brilla con luz propia en una producción desafiante, incómoda incluso hoy día por su doble lectura de ataque sin cuartel a la sociedad del bienestar, y de macabro cuento de supervivencia, tensiones, locura y desazón. Su mítico final hará que incluso el espectador más impávido tema, ya acabada la película, no poder salir de la sala de proyecciones....

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