La noche del cazador (13/08/10)

Título original: La noche del cazador.
Año de estreno: 1955.

Compañía productora: United Artists
Productor: Paul Gregory.
Director: Charles Laughton.
Fotografía: Stanley Cortez.
Música: Walter Schumann.
Guión adaptado: James Agee, basado en la novela de Davis Grubb.
Intérpretes principales: Robert Mitchum (Reverendo Harry Powell), Shelley Winters (Willa Harper), Lilian Gish (Rachel Cooper), James Gleason (Birdie Steptoe), Evelyn Varden (Icey Spoon), Peter Graves (Ben Harper), Billy Chapin (John Harper), Sally Jane Bruce (Pearl Harper) .

Un hombre es perseguido por la policía tras robar un banco. En su huida, llega a su propia casa, y entrega el dinero a sus hijos antes de ser apresado. Condenado a pena de muerte, su única compañía en el presidio es la de un autodenominado clérigo, un hombre fanático que cree escuchar la voz de Dios y con peculiares conceptos sobre el bien y el mal. Interesado en el dinero, pronto se hará pasar por último confesor y ayuda espiritual del hombre para acercarse a su esposa, con quien acabará contrayendo matrimonio. Sin embargo, los niños seguirán desconfiando de él, lo que comenzará un enfrentamiento, psicológicamente primero y abiertamente violento después, que tendrá extrañas consecuencias para todos.

Incomprendida y apartada injustamente por el público de su época, la primera y única película dirigida por el genio del teatro y la interpretación Charles Laughton siempre se ha catalogado como una obra menor, pese a su brillantez formal y la fuerza turbadora de sus imágenes, haciendo hincapié en el uso fantástico de las sombras y de la propia naturaleza. Infinitamente revisitada y homenajeada por otros directores, hasta el punto de contar con varios remakes de factura desigual, La noche del cazador es uno de esos iconos sepultados, olvidada e invisible para la mayoría de los espectadores hasta que, en un feliz encuentro, es descubierta, identificada, y degustada en todo su grandioso esplendor. En ella descubrimos cómo las pesadillas que nos acosaron de niños aún pueden quitarnos el sueño...