Título original: Bonnie & Clyde.
Año de estreno: 1967.
Compañía productora: Warner Brothers.
Productor: Warren Beatty.
Director: Arthur Penn.
Fotografía: Burnett Guffey.
Música: Charles Strouse.
Guión: David Newman, Robert Benton.
Intérpretes principales: Warren Beatty (Clyde Barrow), Faye Dunaway (Bonnie Parker), Michael J. Pollard (C.W. Moss), Gene Hackman (Buck Barrow), Estelle Parsons (Blanche).
Bonnie Parker, una muchacha joven ávida de emociones, se topa casualmente en el camino de Clyde Barrow, otro joven con el sueño de comerse el mundo. Ambos, de manera inocente y un tanto autosatisfactoria, emprenden un alocado periplo en el que el pillaje, el atraco a bancos y la huida de las autoridades se convertirán en una constante que los catapultará a la fama. Sin embargo, ese estilo de vida tan anárquico no los librará del todo de los problemas: las dificultades de alcoba entre ellos, la incorporación a la banda de más gente y la cada vez mayor atención de los medios y la policía acabará con las vidas (y comenzará la leyenda) de estos dos jóvenes que vivieron deprisa, murieron pronto y dejaron sendos cadáveres... agujereados.
Basándose en la historia real de Bonnie y Clyde, dos bandoleros que aterrorizaron y asombraron apartes iguales al suroeste norteamericano durante la época de la gran depresión, Arthur Penn se recrea en ambientes sórdidos para llevar de la mano al espectador a una época brutal en que la libertad sólo era posible mediante la rebelión sangrienta contra el sistema. La violencia de Bonnie and Clyde que hoy en día puede parecer insípida, encierra en su interior una poesía turbadora, en la que se esconden grandes temas como el amor, la lealtad y el precio a pagar según un canon personal. Atemporal en sus reflexiones pese a recrear un hecho tan lejano, la película es imprescindible para entender la evolución del medio cinematográfico en ese difícil trance que fue el paso del modelo de estudio al plan de rodaje moderno, y aún podríamos decir más: quizás el cine hubiera muerto sin ella. Así pues es tiempo de poner esta obra y el resto del trabajo de su autor en el lugar que les corresponde, ahora que aún está tan cercana la fecha de su defunción.
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