miércoles, 9 de marzo de 2011

Y en el próximo programa... EVA AL DESNUDO



Título original: All About Eve
Año de estreno: 1950
Productor: Darryl F. Zanuck
Compañia productora: Tweantieth Century-Fox
Director: Joseph L. Mankiewicz
Fotografía: Milton R. Krasner
Música: Alfred Newman
Guión: Joseph L. Mankiewicz, sobre un relato corto de Mary Orr
Intérpretes principales: Bette Davis (Margo Channing), Anne Baxter (Eva Harrington), George Sanders (Addison de Witt), Celeste Holm (Karen RIchards), Hugh Marlowe (Lloyd Richards), Garry Merryl (Bill Sampson), Gregory Ratoff (Max Fabian)

    Eva Harrington es una gran admiradora de la veterana actriz de Broaway Margo Channing. Con la ayuda de Karen Richards y el relato de una historia personal lacrimógena entra a trabajar como asistenta de la actriz. Así se introduce en el mundo del espectáculo y conoce en persona los principales nombres de la escena teatral. Servicial, eficaz, humilde... parece demasiado perfecta para ser real, y pronto algunos de los que la rodean empiezan a sospechar que hay algo más allá de lo que Eva aparenta.

Tres de las cuatro actrices principales en sus papeles:
la agradable Eva, la suspicaz Birdie y la veterana Margo
    Escrita y dirigida por Joseph L. Mankiewicz, esta obra supuso una reafirmación de su talento ante la galería: si su película anterior le proporciónó los Oscars a la mejor dirección y al mejor guión, con Eva al desnudo no sólo repitió, sino que consiguión un total de 14 nominaciones de la Academia, de las que 6 se materializaron en estatuillas. Las cuatro actrices principales fueron nominadas, y no es de extrañar, ya que si a Mankiewicz se le puede alabar por la meticulosa construcción de los personajes, esto es más cuando son femeninos. Eso se añade a la fantástica Bette Davis, en un papel perfecto para ella como actriz y como persona, ya que reflejaba situaciones con las que estaba familiarizada.

La escalera es un elemento recurrente del director.
Aquí estratifica a los personajes; en la base, una
joven Monroe.
    Es una crítica al mundo del espectáculo, a la crueldad con la que trata a sus actrices, condenadas a una carrera efímera; al poder devorador de Hollywood y del cine sobre el teatro. Podemos leer al mismo Mankiewicz en los personajes, en sus cínicos guiones. Se le criticó por usar demasiado la palabra, y realmente no era de los que pensaba que un buen movimiento de cámara puede expresar más que cualquier diálogo. Pero es que sus diálogos son, simplemente, geniales.

Aquí tenéis algunos fotogramas




Aviso: SPOILERS. Las cosas no son lo que parecen, así es que destripamos algunos detalles. Siempre es mejor que te sorprenda la película, así es que damos por sentado que si seguís leyendo es que la habéis visto.


Desde luego, Margo tiene temperamento, como la actriz que la interpreta. 
Si se mete más en el papel le estalla una vena. 
Aquí se ve mejor la tensión en el cuello:


Margo Channing parece una fiera caprichosa, impulsiva, irracional. 
No las tiene todas para despertar la simpatía del espectador. Pero los auténticos 
depredadores son estos dos (en primer término):


Margo es más vulnerable de lo que deja ver. Es un personaje con carácter, aparentemente independiente. Mankiewicz la dota de rasgos masculinos, no sólo en la actitud y en lo verbal, sino también en los detalles: su vestido de cóctel lleva BOLSILLOS (la Presley no le ofrecería bombones)


La vulnerabilidad en los personajes femeninos de Mankiewicz está relacionada también
con descubrirlas de todo maquillaje y artificio. A Eva la vemos siempre perfecta, 
mientras que Margo muestra en ocasiones un aspecto poco favorecedor:



Aunque es un recurso humorístico/patético fácil, Mankiewicz busca a veces alternativas al alcoholismo; después de todo, vivió la caída de su hermano, Herman J. Mankiewicz, que había ganado un Oscar por el guión de Ciudadano Kane y a quien admiraba y envidiaba. Así, Margo sabe contenerse en esta otra secuencia:

                            BILL: Anda, levántate. Te invito a una copa.
                          MARGO: Ciertamente tuve épocas mejores, pero aún no estoy para                               que me compren por un simple cóctel, como si fuera una tanguista.

Como ya sabemos, es Eva la auténtica fiera. Incluso cuando aparece por primera vez pretendiendo ser una mosquita muerta tiene cierto aire inquietante:
Con esos guantes, la gabardina... Sólo falta la careta. 
Está dispuesta a deshacerse de quien se interponga en su camino. Pero al principio logra engañar a todo el mundo:

Eva quiere ser el centro de atención, tener al público a sus pies, y ya en este momento sabemos que lo va a conseguir: nos lo dice Mankiewicz al situarla en el punto de fuga de esta composición tan "teatral". 

    A pesar de que se le criticó por ser muy teatral, muy palabrero, incorporó técnicas bastante interesantes que, una vez más, lo conectan con Ciudadano Kane: destaca la multiplicidad de voces narrativas aunque, a diferencia de Welles, Mankiewicz no lo usa para hacer más claro el relato, sino para incorporar matices subjetivos (esto lo explica N. T. Bihn en su libro sobre el director). También coinciden en el uso de flashbacks, ya que la película se compone con los retazos de la memoria de los personajes. La multiplicidad de voces narrativas y el flashback compensan lo que habría sido un relato muy lineal y demasiado claro. El resultado no justifica para nada la acusación de "teatralidad".

Davis, como Margo, pasó por crisis en las que no le ofrecían
papeles por su edad. Mandó este anuncio a un periódico. Genial.
     Podríamos hacer también una comparación con El crepúsculo de los dioses, competidora ese año en los Oscars y de temática muy similar, aunque la crítica a Hollywood no se realiza desde el teatro, sino desde dentro de la propia industria. Muchos puntos se repiten, como la crueldad con que se trata a las "viejas" glorias, incluso antes de que sean realmente viejas.

    Hay mucho que contar de Eva al desnudo, pero mejor lo dejamos para el programa ;)



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...