Título original: Fitzcarraldo.
Año de estreno: 1982.
Productor: Werner Herzog, Renzo Rossellini, Walter Saxer, Willi Segler, Lucki Stipetic.
Director: Werner Herzog.
Fotografía: Thomas Mauch.
Música: Popol Vuh, con piezas de Verdi, Bellini y Puccini.
Guión original: Werner Herzog.
Intérpretes principales: Klaus Kinski (Brian Fitgerald "Fitzcarraldo"), Claudia Cardinale (Molly).
Brian, un empresario europeo en búsqueda (infructuosa) de fortuna en Sudamérica, tiene una única obsesión: fundar allí un teatro de ópera que atraiga a las mayores estrellas del bel canto. Brutalmente centrado en este sueño que la naturaleza y las condiciones de la selva hacen ver como imposible, su caracter megalómano y obsesivo saldrá a la luz, implicando a todos aquellos en su derredor en una travesía tan épica como pírrica.
Fruto magistral de un rodaje de entera pesadilla (que nada tiene que envidiar a otros rodajes con dificultades, como Apocalypse now), Fitzcarraldo es probablemente la mejor de las películas que firmaron conjuntamente Werner Herzog y Klaus Kinski, dos polos opuestos que se entendieron durante breve tiempo, 10 años en los que generaron tanto obras maestras sublimes como reputaciones de desequilibrados e irascibles. Llegando la tensión durante la realización de la película a las amenazas de muerte, la cinta es la viva muestra de las obsesiones de Herzog por reconstruir la realidad y captarla lo más fielmente posible con el ojo de la cámara. Nos enfrentamos a un film en que la locura de un hombre, la crueldad de la naturaleza y la belleza de la música se aúnan en un relato fuerte e increíble que deja la bandera del cine-arte bien alta.
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